Aquella excursión al Teide no prometía nada. Todo el mundo iba dormido, después de pasar la noche en
vela.Hasta que en La Orotava sucedío el milagro: Acababa de subir al autobús un famoso contador de chistes de la tele. Joor. Bernardito no se lo podía creer, mientras tanto, sacaba a relucir todo su repertorio de imitaciones de Chiquito de la Calzada...
No hay comentarios:
Publicar un comentario